Rigoberto Ortíz Torres
Presidente de la Asociación de Promotores de la Cultura (APC) de Nicaragua
«Pobreza y asistencialismo son una rentable fábrica de votos»
1. Como representante de una organización gremial, de promoción y gestión cultural para el desarrollo humano sin fines de lucro como lo es APC, ha podido comprobar lo que implica para ciertos sectores de la sociedad la pobreza y si existe o no relación directa de esta con la falta de acceso a la educación y la cultura. ¿Cuáles son las claves para la solución de estos problemas?
En Nicaragua el 40.5% de la población está en situación de pobreza, de ellos el 31% son pobres no extremos y el 9.5% son pobres extremos. El fenómeno se incrementa en la zona rural al 61.5% donde son pobres no extremos el 44.4% y los pobres extremos el 17.1%.
APC tiene en su planificación como uno de sus ejes transversales la lucha contra la pobreza, por ello da especial énfasis en sus programas y proyectos al incremento de las oportunidades de acceso al empleo principalmente de mujeres y jóvenes mediante la adquisición de conocimientos específicos, fomento del emprendimiento, habilidades para la vida y habilitación de recursos económicos complementado con el apoyo familiar y comunitario. Esas pueden ser algunas claves de solución.
2. Una de cada tres personas en el mundo vive en la pobreza, pasa hambre, no tiene acceso al agua potable, o muere por enfermedades fácilmente tratables. ¿Cree que se puede realmente cambiar esta situación movilizando a las personas contra la pobreza? ¿Es importante el papel de la comunicación en estos procesos?
«Ningún aporte económico, tecnológico, educativo y financiero tendrá resultado, si no cuenta con la participación consciente de las familias que enfrentan esa situación, y que además estén dispuestas a comprometerse para salir de ella»
Creo que un mundo diferente es posible, difícil, pero no imposible. Y el logro de ello, sólo puede ser posible movilizando a las personas, fundamentalmente a los que están en situación de pobreza y extrema pobreza. Ningún aporte económico, tecnológico, educativo y financiero tendrá resultado, si no cuenta con la participación consciente de las familias que enfrentan esa situación, y que además estén dispuestas a comprometerse para salir de ella. Deben cambiar igualmente las políticas públicas, ser menos asistencialistas y más sostenibles. Pobreza y asistencialismo es una rentable fábrica de votos. Y desde luego que la comunicación es clave, pero otro tipo de comunicación, porque en la que predomina hoy, el tema de la pobreza es noticia del día que se publican las estadísticas, o cuando les sucede una catástrofe, pero hay pocos trabajos serios, de investigación y sobre todo de monitoreo y seguimiento informativo de los mismos.
3. ¿Cree que la cooperación al desarrollo y la ayuda humanitaria, las cuales han disminuido y se han visto cuestionadas en España desde el inicio de la crisis, contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas y a la defensa de sus derechos?
«Hay que construir consensos, primero entre la misma comunidad cooperante, de cara a establecer alianzas para la complementariedad, que permita optimizar los recursos y evitar la duplicación de esfuerzos»
Sin duda, pero con los recursos invertidos se pudo hacer más. De ahí la pregunta, en el actual contexto de crisis, ¿Qué tipo de cooperación se requiere? Hay experiencias exitosas a nivel local que se podrían retomar, por ejemplo: Construir consensos, primero entre la misma comunidad cooperante, de cara a establecer alianzas para la complementariedad, que permita optimizar los recursos y evitar la duplicación de esfuerzos. Focalizar las intervenciones en el tiempo y en el espacio que permita lograr efectos transformadores. Un proyecto por muy bueno que sea, difícilmente hará la diferencia. Pero varios proyectos con una misma visión política irán sumando. Además, una acción más integral, más allá de la subvención a que estamos acostumbrados, debe incluir tecnología, intercambio e innovación.
4. ¿Cree que el desconocimiento de la población sobre la situación de pobreza y discriminación que se vive en el mundo contribuyen a perpetuar esta situación?¿Cómo hacer ver que la pobreza es un problema de todos y que podemos hacer algo real desde nuestra vida cotidiana?
Para enfrentar el desconocimiento la clave es la comunicación. Pero no sólo como noticia, sino como proceso educativo, donde además de medios y periodistas entran otras formas como la que se hace entre las personas, entre las comunidades, por sus vías tradicionales entre ellas el arte y la cultura.
5. Partiendo de que lo que no se conoce no se puede cambiar, la labor de los profesionales de la comunicación adquiere relevancia cuando hablamos de estos temas. ¿Cómo implicar a los medios de comunicación y a los periodistas como aliados en esta causa?
Las grandes transnacionales de la comunicación tiene su agenda y a ella responden sus periodistas. Sin embargo, algunos medios de comunicación alternativa ya lo hacen y cada vez más; también periodistas que trabajan de manera independiente. Hay que darles insumos. En Nicaragua formamos corresponsales de guerra en los años 80, pero se les capacitó en el tema. Ahora, estamos formando corresponsales culturales mediante procesos de capacitación. También se capacitan periodistas amigos de las causas de los niños y niñas, contra la violencia domestica, etc. Algo parecido se podría hacer.
6. ¿Cree que en la agenda informativa de los medios de comunicación de los países del sur se trabajan, en profundidad, los temas de pobreza, desigualdad, desarrollo y Derechos Humanos?
Se trabajan pero muy poco en profundidad. Dan noticias específicas, sin mayor fundamento y seguimiento. Y la única manera de incidir en esa agenda con los temas señalados es buscando alianzas.
8. Por último me gustaría que ejemplificara algún caso que demuestre cómo desde APC se trabaja por el desarrollo potenciando la comunicación como herramienta de cambio.
APC trabaja la especialidad del arte como medio de comunicación, para abordar diferentes enfoques, como temas de género, violencia doméstica, medio ambiente, agua y gobernabilidad democrática. Para ello, estructura compañías artísticas interdisciplinarias. El trabajo se realiza en dos ciclos de un año de duración, cada uno con tres fases de trabajo en cada ciclo. Se lo explico de manera muy resumida:
I fase. Organización interna del trabajo, actualización del adiestramiento y capacitación sobre el tema a tratar en la sede (3 meses).
II fase. Proceso de investigación y montaje escénico (3 meses).
III fase. Presentaciones, foros, debates y recopilación de aportes en los municipios participantes del proyecto (6 meses).
Para la conformación de la compañía, se establece un organigrama de trabajo donde queda establecida una división general de las tareas que incluye:
- Director artístico y responsable de capacitación
- Responsable de escenografía, utilería y vestuario
- Responsable de equipamiento: transporte, sonido, luces e instrumentos musicales
- Responsable de investigación y responsable de difusión.
Ellos se encargan de desarrollar diversos contenidos temáticos como expresión corporal y trabajo de la voz, movimiento del cuerpo, dramaturgia, proceso de investigación de la obra a desarrollar, creación colectiva y, finalmente, el montaje escénico.
Para la presentación de las obras, se elabora un programa general junto a las organizaciones locales y las Casas de la Cultura participantes del proyecto, previendo que la movilización de la compañía se organice de acuerdo a la cercanía territorial de los municipios. Las actividades locales se involucran mucho y divulgan también las actividades. Al finalizar cada presentación artística, los actores establecen un foro-debate con los asistentes. La idea es reflexionar sobre los problemas abordados en el producto artístico, la relación con su realidad y las posibilidades de transformación de la misma, a partir de su propio involucramiento en complementariedad con las políticas públicas.
Esto es sólo un ejemplo de lo que se puede hacer, enfocándose en el arte como una herramienta de comunicación y transformación social. Puedo decirle que una encuesta realizada por CARE, en los lugares donde se ha realizado este trabajo, da los siguientes resultados:
- El 83% de los beneficiarios afirman haber cambiado su actitud frente a la problemática tratada en los últimos tres años.
- El 99% de jóvenes de los grupos y el 100% de los maestros creen que a través de las artes se pueden generar cambios de actitud en las personas.
- El 85% de las y los beneficiarios manifiesta que ahora se habla más en la comunidad del tema tratado, tanto en el seno de las familias como a nivel comunitario.
- 100% de personas dicen recordar el mensaje con claridad después de varios días de haber visto la obra y expresan el deseo de volver a verla.